La evaluación y determinación del tamaño de grano en los aceros es fundamental dentro de la caracterización metalúrgica, dado que puede implicar rechazos de material por no cumplir las exigencias de las especificaciones de compra.
La importancia del tamaño de grano es sobradamente conocida, puesto que posee un notable efecto en las propiedades mecánicas del material. Los aceros con un grano fino tienen una mayor resistencia a la tracción, mayor ductilidad y se distorsionan menos durante el temple, siendo a su vez menos susceptibles al agrietamiento. Por el contrario, los aceros con grano grueso presentan propiedades opuestas.
En cualquier caso, no siempre son imprescindibles estructuras de un grano fino en los aceros, existiendo por ejemplo algunas aplicaciones en las que es preferible contar con un grano más grosero, ya que son capaces de alcanzar un mayor nivel de dureza, a menudo deseable para procesos de carburización. Sucede algo similar para aquellos aceros que se someten a procesos de trabajo en frío o en aplicaciones a temperatura, mejorando su resistencia a la fluencia (creep).
El equipo de Diagnóstico y Análisis de Fallo de AZTERLAN ha comprobado en muchas ocasiones cómo la desviación en el tamaño de grano objetivo puede tener una relación directa con el proceso térmico al que ha sido sometido, que puede no haber sido el idóneo, ya sea por una temperatura sobre-elevada o por un tiempo en horno excesivo.
La caracterización del tamaño de grano es un proceso completamente estandarizado. Las normas UNE EN ISO 643:2020 (a nivel internacional) y la ASTM E-112:13 (a nivel USA) son las normas más extendidas en las especificaciones de compra de producto. Si bien la norma UNE EN ISO 643:2020 únicamente tiene su campo de aplicación en los aceros, la norma ASTM E-112:13 es más genérica, pudiendo incluir materiales no metálicos cuyas estructuras tienen similitudes con las imágenes patrón definidas para las estructuras metálicas.
Estas normas recogen los métodos de evaluación, tipología de aceros susceptibles a analizar, sus correspondientes métodos de ataque y la forma de categorizar y expresar los resultados. El tamaño de grano se cataloga según un índice denominado G, cuanto mayor sea ese índice el grano es más fino y viceversa.
A modo de resumen, los métodos de evaluación se pueden clasificar de la siguiente manera:
Los métodos de examen manuales eran, hasta no hace muchos años, la única forma de determinar el índice G. Sin embargo, hoy en día existen en el mercado softwares avanzados de microscopía automatizada que aportan al técnico metalúrgico y al cliente final nuevas funcionalidades, como pueden ser:
Todas estas características suponen una mayor fiabilidad de los resultados, siendo especialmente destacadas las siguientes ventajas:
Sin embargo, dada la gran variedad de tipología de aceros (y en sus distintos estados de tratamiento térmico), el uso de estos softwares no está exento de la necesidad de un conocimiento técnico experto y de una rigurosa interpretación y control por parte de personal cualificado. En el caso de AZTERLAN, el conocimiento metalúrgico y la amplia experiencia de nuestro equipo de profesionales técnicos acreditados permite un alto nivel de precisión en la caracterización y en los resultados, eliminando posibles errores de procesamiento mediante la aplicación de herramientas como pre-filtros de control y post procesamiento de umbral y sensibilidad
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