Una de las principales líneas de trabajo del Área de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Azterlan se orienta al desarrollo de iniciativas y proyectos dirigidos a la gestión avanzada de residuos, centrada fundamentalmente en los residuos industriales y orgánicos.
El crecimiento continuado de la generación de los residuos urbanos y la problemática asociada al tratamiento actual de los mismos (tanto en términos ambientales, económicos, como sociales), ha provocado una búsqueda de alternativas a la gestión tradicional de los RSU, que hasta el momento se basa principalmente en tratamientos finalistas (incineración y vertedero). Su tratamiento se ha convertido en una verdadera prioridad de las nuevas políticas de gestión de residuos a todos los niveles.
En materia de residuos urbanos, las administraciones locales juegan un papel determinante, ya que disponen de las competencias propias en gestión y son, por lo tanto, las encargadas de la ejecución de acciones concretas relacionadas con su tratamiento.
El Ayuntamiento del Municipio de Berriz, como muestra del compromiso hacia una gestión responsable y avanzada de los residuos urbanos, ha iniciado en Marzo la primera experiencia piloto de “recogida puerta a puerta” de residuos orgánicos domésticos de Bizkaia, para su posterior tratamiento por la vía del compostaje en el mismo término municipal.
Esta actuación, considerada como pionera y ejemplarizante en nuestro entorno, es conocida como “Berriziklatu” y cuenta con el apoyo técnico del Área de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Azterlan.
El tratamiento del bioresiduo doméstico por medio del compostaje tiene la consideración de medida de prevención de la generación de los residuos, resultando esta acción de absoluta prioridad en la jerarquía de opciones de gestión que define la Estrategia Europea de Residuos. Estamos por tanto ante una actuación en completa sintonía con los diferentes planes y programas sobre residuos – a nivel comunitario, estatal, autonómico y local-.
En este sentido, cabe resaltar el claro apoyo de “Berriziklatu” a los objetivos que establece el II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia (PIGRUB) 2005-2016 de destinar para el 2016 el 4% de los residuos urbanos primarios generados en el Territorio Histórico de Bizkaia al compostaje.
Esta experiencia persigue «trabajar en la concienciación ciudadana sobre la importancia del reciclaje y la necesidad de que la basura se convierta en materia prima, a través del fomento de nuevas actitudes de manejo de los residuos, a la vez que se contribuye con los máximos objetivos de reducir, reutilizar y reciclar».
Teniendo en cuenta que cada vecino de Berriz genera una media de 291 kilos anuales de desechos domésticos, que son destinados a incineración sin aprovechar todo su potencial reutilizable, y que la fracción orgánica constituye cerca del 60% del total, con esta primera experiencia se pretende que unas 26 toneladas reciban una gestión sostenible de los recursos.
La primera fase del proyecto «Berriziklatu» fue lanzada en Marzo, con la presentación pública de la iniciativa en la casa de cultura del municipio en la que se abría la campaña de información y captación participativa, que cuenta en la actualidad con 63 familias voluntarias que diariamente realizan la separación orgánica de sus residuos.
Cada una de estas familias tiene en su hogar un cubo de color marrón, donde separa únicamente los residuos orgánicos. La recogida se realiza tres días a la semana (fechas y horarios de recogida establecidos en las reuniones previas con los propios participantes), colocando el cubo en el portal de su casa para ser recogido por un empleado municipal, que transporta su contenido a la planta de compostaje situada en Berrizburu para su posterior tratamiento.
La comprobación de la correcta descomposición de los residuos y la obtención de un compost de calidad garantizada, junto con la implicación y satisfacción ciudadana, son primordiales en cualquier tipo de iniciativa relacionada con el compostaje de los residuos. De ahí la importancia de hacer un seguimiento especializado a los parámetros claves del proceso (físicos, químicos, gases, etc.), que permita evaluar el éxito de proyecto y aplicar las mejoras pertinentes. Dicha labor se realiza con el apoyo técnico del Área de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Azterlan.
Los resultados de caracterización del producto final determinarán la calidad y el uso que se le vaya a dar al compost. En todo momento, la utilidad que se desea dar es de disfrute municipal. Entre alternativas que se barajan se encuentra su utilización en los huertos lúdicos proyectados, jardines municipales, o para la recuperación del entorno donde se encontraba el antiguo vertedero de residuos inertes.
A modo de conclusión, podemos decir que este importante proyecto muestra el nivel de compromiso de la corporación municipal y de los propios vecinos de Berriz, que está haciendo posible la reducción –si bien en cantidades todavía limitadas- del residuo recogido en masa (contenedor verde oscuro), en el punto más cercano a la generación del residuo, que son los propios domicilios. Este proyecto piloto va a permitir extraer conclusiones determinantes sobre la gestión de residuos en origen y sobre las alternativas de compostaje, como punto de partida para una gestión avanzada de los residuos orgánicos.
Para ello, es fundamental el compromiso y la convivencia pacífica de la ciudadanía con la recogida y con el proceso de compostaje, verificando la eficacia del proyecto Berrizburu. Esta será la manera más efectiva de ir ampliando la conciencia social y el interés de avanzar hacia una gestión más sostenible de los residuos.
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