El análisis químico es una herramienta indispensable a la hora de caracterizar cualquier material. En relación con la actividad del
Centro de Investigación Metalúrgica IK4-Azterlan, el laboratorio de análisis químico está orientado a dar servicio a la industria metal-mecánica, realizando
caracterizaciones de muestras metálicas puras y sus distintas aleaciones (base hierro, aluminio, cobre, níquel, estaño, plomo, titanio, etc.), de materiales refractarios, ferroaleaciones e inoculantes, residuos procedentes de incineradoras, residuos de procesos de recuperación de suelos, caracterización de arenas, escorias, además de caracterización química de materiales carbonosos (hullas, antracitas, grafitos, recarburantes…).
La información que aporta el análisis químico puede ser el primer paso para esa caracterización. O el último, puesto que, en determinados casos, es posible asignar una calidad al material en base a los resultados de dicho análisis.
Cuando se realiza cualquier análisis químico, generalmente se busca un valor porcentual como resultado final. Es decir, qué concentración del elemento objeto de análisis está presente en la muestra analizada. Generalmente, ese valor numérico conlleva de forma intrínseca toda la trascendencia del análisis realizado.
Si bien es cierto que esa cifra final puede ser el resultado de un proceso analítico sencillo, no debemos olvidar que hasta el más sencillo de los análisis químicos se encuentra influenciado por innumerables condicionantes que pueden hacer variar el resultado final.
En el ámbito del
análisis químico metalúrgico existen multitud de
técnicas analíticas y cada una de ellas posee casuísticas y parámetros instrumentales diferentes. En ocasiones es posible obtener la composición química del material a analizar mediante una única técnica, pero es habitual la necesidad de combinar diferentes técnicas para la obtención del resultado final. En todos los casos es indispensable la
correcta configuración de los equipos y de sus condiciones instrumentales, para la optimización del método de análisis.
De igual manera, existen diferentes tipos de materiales (matrices) y, dependiendo del estado en que se encuentre el material de partida y la naturaleza de la muestra, el proceso de preparación previo al análisis varía. No es lo mismo que el material de partida se encuentre en forma de «piedras», polvo o viruta. Los procesos que se derivan de la
preparación de la muestra deben tenerse en consideración, puesto que son el primer paso del análisis y tienen influencia directa a la hora de definir correctamente el método analítico.
Así, las características de la muestra a analizar, la técnica analítica seleccionada para el análisis o
las condiciones instrumentales aplicadas son, entre otros, aspectos fundamentales a tener en cuenta. Como consecuencia, para actuar con rigor científico y obtener un resultado fiable, es necesario optimizar el método analítico, para obtener un procedimiento válido que permita determinar el parámetro a cuantificar estableciendo las condiciones adecuadas para todas las operaciones que vayan a tomar parte en el proceso.
«La optimización de un método analítico implica la obtención de un procedimiento válido para la determinación del parámetro a cuantificar, estableciendo para ello las condiciones adecuadas de cuantas operaciones vayan a tomar parte en el proceso.»
Supongamos que disponemos de una muestra metálica base hierro y queremos analizar su composición química mediante la técnica de análisis ICP-OES (Inductively Coupled Plasma – Optical Emission Spectroscopy).
La muestra en cuestión podría tratarse de un acero de baja aleación, un acero inoxidable, una fundición de hierro, un arrabio, una briqueta de hierro (HBI) o un hierro de reducción directa (DRI).
La hipótesis de partida podría ser que es posible analizar la muestra mediante un único método sin importarnos de cuál de las opciones se trate, ya que todos ellos son base hierro.
Pero ¿sería lo más correcto?………… posiblemente no.
En el caso que planteamos, sería más sencillo y «seguro» generar diferentes métodos en función del material a ensayar ya que, aun siendo todos ellos base hierro, la concentración de algunos elementos de aleación es significativamente diferente para cada uno de ellos (amplios rangos de calibrado). Además, a la hora de seleccionar las líneas de análisis que se utilizarán para emitir el resultado final, pueden aparecer problemas de interferencias.