Dori (izquierda) y Olaia (derecha)
Conversamos con Dori Dueñas (izquierda), técnica de preparación de muestras, y Olaia Miguelez (derecha), investigadora de Tecnologías Inteligentes de Fabricación, para conocer su percepción de la presencia de la mujer en el entorno tecnológico e industrial.
¿Podéis explicar brevemente vuestro recorrido y ámbito de trabajo en AZTERLAN?
Dori: Trabajo en el área de preparación de muestras para análisis metalográficos. Anteriormente, he trabajado en varias empresas industriales dedicadas al metal: estampación, forja, mecanizado, soldadura, verificación… donde he desempeñado distintos puestos de trabajo. Me incorporé a AZTERLAN hace aproximadamente un año.
Olaia: Yo me dedico al desarrollo de gemelos digitales y herramientas de control para procesos de fabricación metálica. Una parte importante de mi trabajo consiste en la gestión de fuentes de datos para que puedan ser explotados de forma inteligente y convertirlos en información valiosa para las empresas. El objetivo final de nuestro trabajo es mejorar el control de los procesos, poder realizar predicciones y desarrollar sistemas que planteen acciones correctivas, cuando los parámetros se encuentran fuera de control o se prevea que el resultado de una producción va a ser defectivo.
¿Cuál es vuestra percepción sobre la presencia y la participación de la mujer en el ámbito de la tecnología y la industria?
Dori: Mi experiencia en las diferentes empresas de tipo industrial en las que he trabajado es que la presencia de mujeres en puestos técnicos es destacadamente menor. Tengo que decir que, en lo personal, no considero que haya sido un factor limitante para mí, ni a la hora de acceder a esos puestos ni en mis relaciones con el resto de compañeros y compañeras. Al contrario, siempre se me he sentido respetada e integrada en los diferentes equipos en los que he participado.
Olaia: En mi caso, como ingeniera informática, ya desde esa etapa de mi carrera he visto que las mujeres éramos minoría, tanto en la fase de estudios como, posteriormente, ya en el terreno profesional donde, además, trabajo en la industria del metal. Para mí tampoco ha sido un limitante y tampoco creo que mis compañeros nos vieran a las chicas de forma diferente que a los chicos. En ese sentido, creo que mi generación no visualiza que haya diferencias entre los terrenos profesionales a los que cada género puede acceder… aunque en la práctica, a la hora de elegir nuestros caminos profesionales, sí que parece que se da una separación.
¿A qué creéis que se debe esto?
Olaia: Creo que, en parte, tiene que ver con cómo se visualiza cada persona en un trabajo de ese tipo en el futuro. Puede ser que, aunque sepamos que podemos acceder a ese campo, los referentes que visualizamos ahí sean diferentes a cómo nos percibimos, y por tanto no nos reflejamos ahí.
También puede ser que en los momentos en los que nos toca elegir no tenemos suficiente información o experiencia cercana, sobre las diferentes elecciones que tenemos delante.
Dori: Es cierto. Creo que los referentes son muy importantes. Cuantos más referentes tengamos, por experiencias cercanas de familia o entorno, y cuanto más veamos reflejada una realidad que puede parecerse a la nuestra, creo que es más fácil sentir que también podemos estar ahí.
¿Cuáles creéis que son las claves para transformar este escenario?
Dori: Creo que se ha avanzado mucho y que la presencia de la mujer en diferentes campos es cada vez mayor. Ello lleva a que veamos más mujeres en diferentes espacios y eso facilita que las nuevas generaciones puedan verse reflejadas.
Olaia: Creo que el sistema educativo también tiene mucho que ver en este cambio. En mi caso, siento que proviniendo de una zona en la que la Corporación Mondragón tiene mucha fuerza, he estado muy expuesta a las profesiones industriales desde siempre. Muchos centros educativos cuentan con una importante oferta de formación profesional que, a su vez, está ligada a una universidad técnica… y en los dos casos hay también una fuerte alineación con un entorno industrial fuerte. Creo que este tipo de ecosistemas son favorables para este objetivo.
También creo que, desde un punto de vista educativo, a edades más tempranas es importante que tengamos contacto con los mundos de la ciencia y la tecnología (más allá de la física, la química y las matemáticas), en forma de talleres o actividades más tangibles, que nos permitan experimentar.
Dori: También creo que hay que seguir trabajando en la concienciación social y hacer un uso apropiado de las diferentes herramientas que se han ido creando para apoyar la independencia y la entrada de la mujer en diferentes campos, tanto a nivel profesional como social… Creo que, socialmente, estamos viviendo en muchos sentidos una “vuelta atrás”, idealizando algunos roles femeninos, actitudes violentas o controladoras dentro de parejas jóvenes… también puntos de vista que parece que enemistan a hombres y mujeres en lugar incidir en el concepto de igualdad, que es lo que buscamos. Creo que son temas preocupantes y que hay que seguir trabajando.
Olaia: Estoy de acuerdo. Creo que las generaciones más jóvenes no nos sentimos tan implicadas con la lucha de generaciones anteriores que nos ha traído al escenario actual y, por mucho que nos cuenten, damos por sentados nuestros derechos actuales, pero nos vamos dando cuenta de que están creciendo las posturas más radicalizadas… y creo que eso es peligroso.
Por ejemplo, como aficionada a los videojuegos, percibo mucha misoginia y violencia contra las mujeres en el mundo de los videojuegos. Y no me refiero a la narrativa de los juegos, sino al comportamiento de jugadores que rechazan e insultan a las jugadoras, solo por ser mujeres… Creo que esto está muy ligado al anonimato de internet y a la política de “cero censura” que se está practicando actualmente y que permite que se puedan lanzar mensajes de odio sin consecuencias. Bajo mi punto de vista, todo esto contribuye a la polarización de posturas y pone en peligro el sistema que conocemos.
