Alcanzar las propiedades técnicas del plomo desde el punto de vista balístico supone todo un reto, ya que dicho metal presenta elevada densidad (11,3 g/cm3) y baja dureza (10 HV), binomio difícil de alcanzar en un sólo material. La elevada densidad dota al perdigón de una energía terminal suficiente para alcanzar y matar la presa y la baja dureza no daña la estructura interna de la escopeta a pesar de la gran presión y velocidad que lleva.
A esto cabe añadir su elevada disponibilidad ambiental y bajo coste de transformación que permiten que los perdigones de plomo se comercialicen a un precio razonable.
Sin embargo, desde un punto de vista medioambiental, el uso de la munición de plomo está prohibida en zonas húmedas y red Natura 2000 del Estado desde el año 2001, dado sus efectos nocivos en la biota, y en especial sobre las aves acuáticas y rapaces.
En este contexto se enmarca el proyecto GREENSHOT, orientado al desarrollo de una alternativa a la munición actual del plomo. Este proyecto está financiado por el MINECO dentro del programa RETOS COLABORACIÓN 2014, que tiene como principal objetivo promover el desarrollo tecnológico, la innovación y una investigación de calidad.
Tras realizar un estudio exhaustivo de los materiales susceptibles de sustituir a la munición de plomo, se ha identificado al hierro (Fe) o acero, como uno de los metales base más óptimos desde el punto de vista técnico-económico y medioambiental. Para mejorar las propiedades técnicas de este metal base, se han identificado metales de refuerzo, elementos aleantes y recubrimientos a incorporar al Fe y se ha estudiado su combinación más ventajosa.
Por otro lado, el hierro es un metal no-toxico desde el punto de vista de su uso como munición y su abundancia en la Tierra hace que sea una materia prima especialmente económica
Durante el transcurso del proyecto se han realizado pruebas experimentales a nivel laboratorio empleando diferentes “recetas” y obteniendo aleaciones con densidades comprendidas entre 8,5 y 9 g/cm3 y durezas de 100HV después de someter a la aleación a un tratamiento térmico.
Los próximos pasos consisten en la identificación y desarrollo de la tecnología de transformación de la aleación capaz de fabricar perdigones esfericos de distintas granulometrías y la consiguiente obtención de prototipos a escala piloto.