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Día Internacional de la Mujer: Entrevista a dos mujeres de AZTERLAN

Naiara Bravo (izquierda) y Erika Garitaonandia (derecha), técnica de ensayos e investigadora del Centro de Investigación Metalúrgica AZTERLAN respectivamente, comparten su recorrido personal y su visión respecto a las reivindicaciones de este día.

¿Podéis explicar brevemente vuestro ámbito de trabajo y vuestro recorrido profesional?

Erika: En cuanto a formación soy bioquímica. Tras graduarme realicé un curso de Fundición de AZTERLAN y, posteriormente, comencé a trabajar en AZTERLAN en 2003. En mis inicios desempeñé distintos trabajos, primero, como recepcionista y realizando informes de ensayos. Posteriormente, cuando se formó la línea de investigación de Medio Ambiente y Sostenibilidad, en 2006, me incorporé a ella como investigadora.
Actualmente, coordino y colaboro en proyectos de relacionados con economía circular, valorización de residuos (arenas de moldeo, escorias de acería…), introducción de mejoras ambientales, reducción de emisiones etc. Nuestros proyectos suelen desarrollarse en colaboración con empresas e instituciones, tanto a nivel local o estatal o como nivel europeo.

Naiara: Yo soy ingeniera técnica mecánica. Cuando me gradué entré a formar parte del equipo de ensayos de características físicas y mecánicas de AZTERLAN. Pertenezco a este equipo desde 2008. En este tiempo hemos vivido muchos cambios y hemos crecido en volumen. Hoy en día somos casi el doble de personas que cuando me incorporé.
Mi trabajo consiste en ejecutar ensayos de caracterización avanzada, principalmente, me especializo en ensayos de fatiga y mecánica de la fractura.

¿Cuál es vuestra percepción de la participación de las mujeres en el ámbito tecnológico e industrial?

Naiara: Creo que sigue siendo un entorno mayormente masculino. En mi caso particular, soy la única mujer de mi departamento y la mayoría de mis interlocutores (clientes, inspectores…) suelen ser hombres.
Creo que en las carreras técnicas e ingenierías no ligadas al ámbito socio-sanitario el peso de las mujeres ha sido menor tradicionalmente y eso se refleja en el entorno laboral. Cuando yo estudiaba la carrera, en mi clase eramos 9 chicas frente a más de 60 chicos. Quiero pensar que se irá revirtiendo esta tendencia y que eso se irá reflejando en las empresas, pero creo que seguimos estando lejos del 50-50%.

Erika: En mi caso, me relaciono mucho con fundiciones y personal técnico ligado a la fundición. Creo que la fundición sigue siendo un entorno muy masculino. Generacionalmente, también es un sector en el que la edad media es bastante alta, especialmente, en puestos de responsabilidad. En estos entornos la presencia de las mujeres, aunque, lógicamente hay excepciones, suele estar representada sobre todo en perfiles de tipo administrativo o asistencial. Casualmente, hace dos semanas tuve una reunión en una fundición polaca, y de las 15 personas que estábamos en la reunión yo era la única mujer.
En nuestro caso, en mi área dentro de AZTERLAN, somos una mayoría de mujeres. Aspectos como el medio ambiente y la sostenibilidad son ámbitos que, a priori, pueden parecer más amigables y menos rudos… lo cierto es que parte importante de nuestro trabajo también se desarrolla “en” la fundición.

¿A qué creéis que se debe esto?

Erika: Creo que las mujeres seguimos teniendo un mayor peso y responsabilidad en distintos ámbitos sociales y familiares. Especialmente, en lo relativo al cuidado de hijas e hijos y personas mayores. Todavía, es más habitual que las mujeres seamos quienes optamos por dedicar más tiempo a este ámbito (muchas veces también porque es el miembro con menor sueldo el se acoge a la opción de reducción de jornada por estas razone) y ello puede suponer un coste importante para la evolución de la carrera profesional. La cantidad de mujeres que accede a puestos de mando o responsabilidad es significativamente menor, en todos los ámbitos.

Naiara: Estoy de acuerdo. También creo que seguimos teniendo cierta presión social para seguir así o encajar en ciertos estereoptipos o modelos de comportamiento. En mi caso, como madre trabajadora que no he optado por (o no me he visto oblidada a) reducir mi jornada laboral para el cuidado de mis hijas también me he sentido juzgada por mi decisión. Creo que la conciliación familiar es, precisamente eso, un tema familiar. Y cada familia tiene que valorar cómo se gestiona de la mejor manera.

¿Cuáles creéis que son las claves para darle la vuelta a este escenario?

Naiara: Creo que lo principal para conseguir evolucionar la situación actual es educar en igualdad. Transmitir a nuestras hijas e hijos que pueden hacer y ser lo que quieran y que no hay roles sociales, laborales o familiares que sean exclusivos de uno u otro género. Creo que eso se inculca desde la forma de jugar, de interrelacionarse entre los diferentes sexos, desde el lenguaje… desde todos los ámbitos relacionales.

Erika: Estoy de acuerdo en que la educación es un ámbito fundamental. Trasladar a nuestras hijas que pueden, que son válidas y que no hay ningún entorno al que no puedan acceder es fundamental.
Por ejemplo, una iniciativa que me ha gustado mucho, en el que está participando el colegio de mis hijas de la mano de la Universidad de Deusto, está dirigida a promocionar las vocaciones científico-técnicas entre las niñas. La campaña se llama “Inspira STEAM” y pone el foco en tres puntos importantes: por un lado, la necesidad de contar con referentes y visualizar oportunidades profesionales, por otro, la necesidad de liberarse de estereotipos limitantes y condicionantes y, finalmente, la importancia de la implicación de las familias y de nuestra capacidad de influencia en la toma de decisiones de nuestras hijas e hijos a la hora de optar por estudios y profesiones de ciencia y tecnología.

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